El Instituto de las Abuelas: entre las orcas y belugas, también es costumbre criar nietos.

Resulta que no solo las personas tienen la llamada "institución de las abuelas", sino que un tipo de comportamiento similar es común entre algunos mamíferos, cuando las personas mayores abandonan a sus propios descendientes y cuidan a sus nietos y bisnietos. Los biólogos han estado estudiando las causas de este comportamiento inusual durante más de un año, y esto es lo que los científicos británicos de la Universidad de Exeter lograron descubrir.

En la naturaleza, las hembras que han alcanzado la edad reproductiva regularmente producen descendencia y continúan haciéndolo hasta la muerte. Pero hay excepciones a esta regla, y los científicos ya han descubierto cuatro especies de mamíferos marinos cuyo comportamiento reproductivo difiere del comportamiento estándar de los parientes más cercanos.

Orcas, delfines molidos, belugas y narvales: estos son los habitantes de los mares, entre los cuales se notó una desviación inusual. Las hembras adultas, aún bastante jóvenes y sanas, en lugar de tener que dar a luz y dar a luz crías, se niegan a reproducirse y comienzan a ayudar a sus hijas y nietas a criar a sus cachorros. Estas especies de mamíferos viven en manadas, y en un grupo están las hembras ancianas, sus muchos hijos y nietos.

Según los biólogos, tal comportamiento de algunos representantes del orden de las ballenas dentadas está bastante justificado desde el punto de vista de la evolución. Cuando las mujeres mayores continúan produciendo descendencia, se convierte en una competidora para sus propios hijos y nietos que viven en la misma comunidad. Y en lugar de reproducirse, las hembras mayores comienzan a cuidar a sus nietos, les dan habilidades de caza y ayudan a sus hijas a proteger a la generación más joven de posibles amenazas. Con su ayuda, aumenta la supervivencia de la generación joven y se garantiza la existencia segura de todo el grupo.

Los científicos compararon los parámetros fisiológicos de las hembras de otras ballenas dentadas con las que actúan como "abuelas". Resultó que este comportamiento también está asociado con la estructura de los órganos reproductivos. Entonces, por ejemplo, a la edad de 35-40 años, las narvales hembras ya no tienen huevos completos que puedan dar vida y llevar a la descendencia, aunque la vida útil de estos animales es de 50-55 años. Al mismo tiempo, entre otras ballenas dentadas que no tienen una "institución de abuelas", tales anomalías no se observan, pueden traer descendencia casi hasta su muerte. Los científicos no excluyen que pronto se descubrirán nuevas especies que también utilizan una estrategia similar para aumentar la supervivencia de toda la parvada.

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